Explotar el potencial de Saúl ha sido uno de los mayores quebraderos de cabeza que Diego Pablo Simeone ha afrontado en el último año. Para el técnico, el proceso ha supuesto la doma continua de un futbolista que ya con 18 años transmitía una personalidad arrolladora desde la confianza en sus capacidades. El regimen cuartelero instalado en los vestuarios del fútbol profesional y las jerarquías que establecen los entrenadores no son un territorio sencillo para los chicos sin complejos de inferioridad. Su propio fútbol les permite sostenerle la mirada a compañeros y a técnicos.
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