No han sido pocos los actores del fútbol que han recurrido al victimismo y la conspiración externa como justificantes de sus patinazos. El último en forrar el espejo con enemigos virtuales ha sido Luis Enrique, que esta semana ha tachado de oportunistas a los medios y ha apelado a su hoja de servicios. No se trata de corporativismo, puesto que la crítica está tan expuesta a la crítica como cualquiera, faltaría más, pero resulta contradictorio, y hasta hilarante, que tras el partido de Anoeta el técnico asturiano lanzara reproches a quienes han sostenido lo mismo que él: el Barça fue una calamidad.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2gidK6c
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire