Le gustan los números a Zinedine Zidane. Podría resultar extraño para alguien que le dedica más tiempo al trato corto que a la pizarra, madriguera numérica por excelencia. Pero al francés las estadísticas le sirven para calmar los nervios, agarrarse a la estabilidad de la cifra y sentir que el tiempo pasa y su progresión se mantiene estable. "Soy un entrenador joven y me queda mucho por aprender. No pienso que por lo que ha pasado hasta ahora pueda decir que soy un gran entrenador", advirtió hace dos semanas durante una rueda de prensa en la que se le consultó por alguna de esas relucientes cifras. Y es que el técnico del Real Madrid sumará ante el Legia su partido 100 como primer entrenador, incluyendo su etapa al frente del Castilla, y los guarismos le acompañan.
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