Al Alavés le van los escenarios complicados. Secó al Atlético en el Calderón y dio la campanada en el Camp Nou venciendo al Barça. Y repitió éxito en El Madrigal. Con organización, intensidad, solvencia y oficio, el conjunto vitoriano logró la victoria ante un irreconocible Villarreal sin acción ni reacción ante el equipo de Pellegrino vencedor en la pizarra y en la estrategia a su homólogo Escribá cuyos movimientos en el banquillo no ofrecieron ninguna solución táctica para revertir la caótica situación del conjunto amarillo, ni alteró el orden del partido que dictó un trabajado Alavés.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2gv2mUf
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire