Una legión de aficionados se conectó a Internet en todo el mundo dispuesta -así lo expresaron muchos en las redes sociales- a vivir una jornada de máxima emoción, como la del 18 de diciembre de 1987 en el teatro Lope de Vega de Sevilla, cuando Kaspárov ganó la 24ª y última partida, igualó el marcador (12-12) y retuvo el título porque entonces el reglamento daba ese privilegio al campeón en caso de empate final. La retransmisión en directo de TVE llegó a tener 13 millones de espectadores, según las mediciones de Ecotel. O como la del 9 de noviembre de 1985 en la sala Chaikovsky de Moscú: a Kaspárov le bastaba hacer tablas, pero ganó con gran brillantez y se convirtió en el campeón más joven de la historia, a los 22 años, la misma edad de Carlsen cuando logró el título en 2013.
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