Antes de que se supiera quiénes disputarían la final de la Copa Sudamericana, le preguntaban de qué equipo era la camiseta verde que llevaba. Él explicaba que era del club de Chapecó, el lugar en donde ha vivido la mayor parte de su vida, en el sur de Brasil, en donde están sus amigos y en donde se volvió un ‘chapecoense’. Vagner Lopes Da Silva, de 35 años, sentía el orgullo de lucir la camiseta con el escudo de su equipo en Medellín, donde llegó hace tres años para hacer un doctorado en la Universidad de Antioquia. Cuando supo que el club que le conecta con sus amigos pese a la distancia jugaría frente a su casa, se emocionó. Ahora, casi no puede contener las lágrimas.
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