Reapareció en la Copa ante la Cultural y Deportiva Leonesa 536 días después de su último partido con el Mónaco y en los 57 minutos que estuvo sobre el campo Fabio Coentrão demostró no estar al ritmo que requiere la alta competición. Dos carreras bastaron para ver al portugués suspirar mientras se agarraba las rodillas, una imagen que el miércoles volvió a repetirse ante el Legia. De hecho, el jugador se acercó al banquillo cuando apenas se había cumplido el primer cuarto de hora haciendo ver que se encontraba mareado. En su primer partido como titular en la Liga de Campeones tras la baja de última hora de Marcelo por una gripe, el luso no logró llenar el vacío de su compañero, y fue sustituido por Asensio en el tramo final del encuentro.
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