Las grandes ligas europeas abren en enero sus ventanas en un mercado de fichajes que se maneja entre la urgencia, la apuesta y la desesperación. Hace un año los clubes de Primera División se gastaron 53 millones de euros en una ascendente progresión porque en las dos campañas anteriores la inversión se había quedado apenas en 13 millones, cincuenta menos de la plusmarca establecida en 2009 cuando solo el Real Madrid se dejó 40 en incorporar a Huntelaar y Lass Diarrá. El próximo 1 de febrero se volverá a cerrar el mercado.
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