Bruno Soriano, escudo e icono del Villarreal, vale para todo. Para dirigir al conjunto de Marcelino a una nueva victoria trabajada y con oficio ante un Granada que no renunció a nada en El Madrigal, para certificar el triunfo amarillo desde los once metros, materializando un penalti cometido temerariamente por Babin a Soldado. El quinto gol del capitán, el segundo goleador del equipo castellonense por detrás de Bakambu que lleva anotados ocho. El Villarreal defiende con esfuerzo su holgado cuarto puesto.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/1NIahG7
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire