mercredi 22 juillet 2015

No hay quien pueda con Froome y una caída descuelga a Contador

Son los Alpes de Alta Provenza, montañas de piedra gris, pálidas, peladas, desérticas. Es el corazón de la ruta napoleónica hacia el sur por Allos, Vars, Izoard, los grandes puertos. Es el decorado de momentos del ciclismo que los que los vieron de niños por la tele nunca olvidarán. Es el lugar exacto en el que Eddy Merckx se hundió para siempre y para alegría de un agricultor de Borgoña llamado Thévenet que aún se estremece cuando regresa y se pellizca para comprobar, 40 años después, que aquel día de julio del 75 no fue un sueño.

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