Con la dulce identidad que le ha dotado Calleja, con gusto y orden, con fútbol, oficio y solvencia, el Villarreal conquistó de nuevo el Astana Arena, como lo hizo en el verano del 2014 con un 0-3 en la previa de la Liga Europa. Desde entonces, el conjunto Kazajo había permanecido imbatido en su estadio en 17 ocasiones ante otros tantos rivales del continente europeo, entre ellos el Atlético de Madrid que dos temporadas atrás no pasó del empate a nada en partido de Champions. Hasta que de nuevo llegó el Villarreal para volver a conquistar tierras asiáticas logrando la victoria y el pase a dieciseisavos de final de la Liga Europa como primero de grupo en la penúltima jornada.
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