Pep Guardiola celebró el gol de Raheem Sterling como si se tratase de una final. El tanto del inglés, a falta de seis minutos para el final, certificó la remontada de un Manchester City que en Huddersfield (1-2) firmó el mejor arranque de la historia en la Premier League y estiró su racha a once victorias consecutivas en el campeonato inglés. Lo festejó el entrenador catalán en el centro del campo como si se sintiese ya vencedor del título. No es para menos después de una afortunada y trabajada victoria que mantiene la ventaja de ocho puntos respecto al segundo clasificado, el Manchester United de Jose Mourinho.
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