El pasado agosto, Orlando Ortega tuvo que conformarse con un séptimo puesto en el Mundial de Londres. Dos lesiones le lastraron, forzaron un cambio técnico a escasos meses de la cita más importante del año y le obligaron a parar tres semanas en plena preparación para el Mundial. Nadie le hizo sombra al campeón olímpico y mundial de la prueba, el jamaicano Omar McLeod. Esta temporada, el padre y entrenador de Orlandito aspira a arrebatarle el liderazgo. Él y su hijo empiezan la temporada con una doble ilusión: prepararse en equipo para batir el récord del mundo.
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