Lewis Hamilton se lo está pasando en grande por el reto que le plantea este año Sebastian Vettel, con quien tiene alguna cuenta pendiente desde hace tiempo. El alemán circula metido en el Ferrari más competitivo en mucho tiempo, un prototipo que se ha puesto a la altura del Mercedes. Eso libera e impulsa al británico, que en los últimos tiempos solo encontraba oposición al otro lado de su garaje. La revitalización de la Scuderiale pone algo de picante al Mundial de F-1 y hace que la marca de la estrella se focalice en su principal apuesta para pelear por la corona. Más aún si se tiene en cuenta que Valtteri Bottas, el segundo corredor de Mercedes, ya se encuentra a más de 40 puntos del líder de la tabla, Vettel.
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