Mats Wilander (Växjö, Suecia; 52 años) no solo elevó siete Grand Slams y defendió el número uno, sino que además dejó un gesto inolvidable en París. Era el 4 de junio de 1982 y el sueco, entonces 17 años, se jugaba una plaza en la final contra José Luis Clerc. El argentino apuró en un golpe y el juez de línea cantó la bola fuera; en consecuencia, victoria para Wilander. Sin embargo, mientras su rival protestaba y el público lo celebraba, el sueco rectificó la decisión e instó al árbitro Jacques Dorfman a repetir el punto. “No podía ganar así”, expresó entonces. Luego batió a Guillermo Vilas y festejó su primer gran título, uno de los tres que conquistó en la Chatrier.
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