Fue un día atípico para Fernando Alonso en su aventura Indy. El frío, un cielo gris y la lluvia presidieron la mañana en el Indianápolis Motor Speedway. Persianas cerradas en los garajes, puestos de comida sin comida y las gradas vacías componían la estampa de un gigante solitario a la espera de su gran día. En ese modo espera también se encontraba el asturiano. El último día que rodó en pista fue el lunes y desde entonces ha acumulado horas y horas de compromisos y eventos, pilares imprescindibles del show que invade el universo de las 500 Millas.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2r1aPos
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire