Tardó casi una hora en aparecer por la sala de prensa Zinedine Zidane después de la sufrida —pese a la ventaja en el marcador— victoria contra el Alavés. Isco, mientras tanto, tiraba penaltis a su hijo pequeño en el césped del Bernabéu. Las gradas estaban vacías. Hacía tiempo que el partido había acabado ya. Fue una de las imágenes de la tarde junto al sentido homenaje que Chamartín dedicó a una de sus leyendas, Juanito, en el 25 aniversario de su muerte.
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