Levantó Carlo Ancelotti la ceja que le quedaba en su sitio y se refirió así a la actuación del ciudadano húngaro Viktor Kassai, el árbitro que con más voluntad que acierto dirigió el partido de la Champions entre el Real Madrid y el Bayern Múnich, equipo entrenado por el técnico italiano: “En cuartos de final tienes que poner a un árbitro con más calidad o, si no, la UEFA tiene que utilizar el vídeo. Hay demasiados errores”. Siendo Carleto de natural prudente, fueron sorprendentes sus lamentos. Pero no le faltaba razón al entrenador más laureado del mundo. Kassai repartió errores a diestro y siniestro y no fueron menores los que penalizaron al Bayern. Sin embargo, cuestionar su designación para este encuentro se antoja absurdo, tratándose de un árbitro que ha pitado una final de unos Juegos (Argentina-Australia en Pekín 2008), un Mundial (en 2010), una Eurocopa (2012) y una final de la Champions (Barcelona-Manchester United, en 2011). Podría alegar Ancelotti que entonces Kassai era más joven y, por tanto, tenía mejor vista. Pero hay otras circunstancias que definen al juez húngaro. Es el único árbitro de la historia que ha dirigido una semifinal de un Mundial y no ha sacado ni una tarjeta. Fue el Alemania-España de 2010 que decidió un cabezazo de Puyol. Aún es más: Kassai pasará a la historia por ser el primero que echó mano del llamado VAR, el sistema de videoarbitraje, en el pasado Mundialito.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2ojd60m
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire