Ardió Mestalla en un partido dramático que se resolvió en el último momento con la jugada de mayor suspense que se da en el fútbol, un penalti protagonizado además por dos de sus figuras más singulares: Leo Messi y Diego Alves. No hay mejor portero desde los 11 metros que el del Valencia —19 paradas sobre 42— y hay tiradores más fiables que el delantero, que ha transformado 70 sobre 90, de acuerdo a MisterChip. Aunque no se le tiene por un especialista, Messi ni pestañeó ante la dificultad, más lucido, responsable y orgulloso que nunca, dispuesto a ser héroe y no villano, sabedor de que en el disparo le iba la victoria en un choque que acostumbra a marcar tendencia en la Liga.
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