Llegan patrocinadores, las televisiones ponen el foco, la selección conquista espacios que antes estaban en blanco y los equipos encuentran cierto cobijo en las antiguas estructuras de los clubes. Pero hay un síntoma que simboliza casi mejor que ningún otro el paso adelante del fútbol femenino: la vuelta a casa de los talentos fugados.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2f17vpX
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire