Sebastian Vettel sigue teniendo esa cara de niño que le hizo ganarse el apodo de Baby Schumi, pero los modales que está exhibiendo últimamente distan mucho de los cabría esperar de un tipo tan preparado, listo y refinado como él. En el ‘paddock’ del Mundial de Fórmula 1 ya hace tiempo que se le considera un llorón, por la cantidad de veces que se queja por la radio de alguno de sus rivales, bien sea un doblado que no se aparta con la celeridad que a él le gustaría, o cualquiera que, a su juicio, maniobra con demasiada agresividad. El viernes pasado, en México, le tocó recibir a Fernando Alonso, cuya trayectoria se cruzó con la de su sustituto en Ferrari, cuando este estaba en su vuelta lanzada. “¡Vaya un idiota!”, se le escuchó a Vettel por la radio. Alonso, tirando de sarcasmo de forma muy hábil, le exculpó después: “Sebastian tiene que estar muy frustrado, se le perdona”.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2efImGR
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire