El mundo se le cayó encima en 2006. No encontraba la razón del porqué y, abatido como nunca un delantero lo había conseguido con uno o más goles, se marchó del Elche con urgencia hacia Argentina para estar al lado de su mujer y sobre todo de su hija Guillermina, a la que le acababan de detectar un cáncer de retina. “Fueron seis meses muy duros”, recuerda Willy Caballero (Santa Elena, Argentina; 1981), portero del Manchester City. Se entrenaba cuando podía con el Arsenal de Sarandí, sin competir, y acompañaba a su hija a todas las pruebas y tratamientos.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2foan1K
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire