Fue el minuto 25. Kiko Femenía se lesionó y Mateu Lahoz paró el partido. Bendita pausa para los futbolistas, que como locos fueron a hidratarse a la banda. La grada gritaba “Tebas vete ya” y los 33 grados pegaban fuerte en Nervión. Sevilla y Alavés jugaron como pudieron un partido marcado por un calor asfixiante. Un total absurdo en una Liga tan presuntamente organizada como la española. Como resultado, Sevilla y Alavés anduvieron, no corrieron, con los futbolistas de uno y otro equipo rompiéndose. Tras Kiko, cayeron Dani Torres, Nasri y Vietto. Cuatro lesiones musculares en una hora se apuntaron en el parte de bajas. Hasta Mateu Lahoz abandonó el campo lesionado.
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