Una semana después de alcanzar el récord de la Liga de penaltis parados, deteniendo la pena máxima lanzada por el jugador del Leganés Szymanowski en Butarque, Diego Alves lo volvió a hacer. Esta vez en Mestalla, en su casa, ante todo un Atlético y ante dos lanzadores como Griezmann y Gabi. El brasileño hizo lo que mejor sabe hacer y detuvo los dos.
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