La presión existe. Y la rivalidad es total. Quedan cinco carreras y no parece que el suflé vaya a bajar lo más mínimo hasta que se dicte sentencia, bien sea en Valencia, la última carrera del calendario, o (pocos lo esperan) antes de hora, en otro continente, tan lejos de Alcañiz, donde este fin de semana se aguarda otro gran duelo entre dos compañeros de equipo que se tienen ganas.
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