Dribló a un rival con la cadera y al salir del regate le dio con el exterior del pie hacia Neymar. Se perdió el balón en la nada, en las botas rivales. La grada del Camp Nou no lamentó el error sino que se hizo el silencio. A Iniesta, tumbado en el suelo y con la mano en el muslo, se le atendía con nerviosismo. Puesto en pie, pidió el cambio. “Lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha”, explicó el comunicado médico. “No decimos más porque el jugador debe estar de acuerdo”, justificó Luis Enrique, visiblemente contrariado.
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