Lástima que Marc Márquez ya no pueda sumarse a esos que todavía pelean por el título de MotoGP. Con él, el espectáculo está asegurado. El tiempo que logró con su primera vuelta lanzada al circuito de Alcañiz fue tan veloz, tan deliciosamente imperfecto, que ni el Lorenzo más convencido y en forma fue capaz de igualarlo en su lucha por la pole positionde este sábado. Y aún así, quiso más. Como siempre. Y con la misma estrategia a dos paradas que puso en práctica el del Yamaha, con quien se peleaba al milímetro por esa primera posición, terminó Márquez por los suelos en el último intento, a falta de solo unos segundos para que se parara el contador, cuando trataba de arañar todavía algunas décimas. Misión imposible. Aquella vuelta en 1m, 46'635s, más de medio segundo más rápida que la mejor pole en Alcañiz, la del año anterior, ya era una locura.
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