Una vez Nuno ha recuperado el equipo y el estilo del pasado año, el Valencia empieza a ser reconocible. Una vez el técnico ha vuelto a confiar en Javi Fuego como eje defensivo, el Valencia comienza a cerrarse mejor. Y una vez Nuno ha recobrado a Piatti y Feghouli como alas para darle amplitud al juego, el Valencia se convierte en un puñal a la contra. Las concomitancias como el curso pasado se trasladaron a su vez a la portería. Las paradas milagrosas de Diego Alves, lesionado ahora de gravedad, se reprodujeron anoche en Gerland en la figura de Jaume Doménech, un arquero inesperado. El chico de la cantera, de 24 años, sin callo en la alta competición, ha emergido con un corazón que llena cualquier portería. Anoche volvió a ser decisivo, sobre todo en dos intervenciones al final del encuentro para salvar la victoria de un Valencia que dominó la primera parte y sobrevivió en la segunda.
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