Ante una rueda de prensa que se intuía incómoda, el presidente de la FIFA Joseph Blatter ha decidido no dar la cara y suspenderla. Gran parte de la prensa internacional desplazada tenía preparada una batería de preguntas sobre los casos de corrupción que envuelven a la FIFA, a Blatter, a siete altos cargos del organismo que rige al fútbol muundial, y a su mano derecha, Jèrôme Valcke, el vicepresidente que abandonó su cargo la semana pasada acusado de haber creado una red de venta de entradas para el Mundial de Brasil que se comercializaron por encima de los precios oficiales.
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