La prueba de sonido con el himno de la Champions de fondo engullía en la sala de prensa del estadio del Lokomotiv las planas respuestas de Thomas Partey, el jugador de moda en el Atlético. A su derecha, Diego Pablo Simeone se mordía el labio y meneaba en señal de desaprobación, mientras esperaba su turno. Sus primeras respuestas fueron reiterativas con sus discursos de los últimos años. “En el fútbol nadie es dueño de la verdad”; “para gustos los colores” o “la realidad es lo que se ve, no lo que se habla” fueron algunas de sus reiteradas sentencias. En la última de ellas, hubo un punto de contradicción cuando Simeone fue cuestionado por el bajo momento de forma de Saúl y Koke.
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