Un doblete casi cantado para Ferrari en Sochi terminó derivando en uno de Mercedes como consecuencia de la calamidad que sobrevino a Sebastian Vettel, uno de los principales protagonistas del Gran Premio de Rusia de Fórmula 1. El alemán desobedeció las órdenes que le llegaron de los estrategas de su equipo en el primer tramo de la carrera, cuando casi le rogaron que le devolviera el liderato a Charles Leclerc, y el tetracampeón del mundo terminó enterrando las opciones de victoria de su compañero de equipo, que superado el ecuador tenía el triunfo prácticamente en el bolsillo. Una avería en el motor del Ferrari de Vettel (vuelta 28 de 53) propició la aparición del coche de seguridad virtual, que a su vez abrió la ventana ideal para que los dos Mercedes se colocaran al frente sin llevar a cabo un solo adelantamiento.
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