¿Y ahora qué Donald Trump?. Cuando Megan Rapinoe dijo que no iría a la “puta Casa Blanca” en caso de que la selección triunfara en el Mundial, el presidente de Estados Unidos la invitó a ganar antes que hablar. Pues la selección norteamericana ganó este domingo su cuarto mundial (de ocho) con un gol de penalti –pitado por el VAR- de Rapinoe. La que nunca se pone nerviosa, la que no canta el himno, la que no se lleva la mano al corazón como todas sus compañeras cuando suena el The Star-Spangled Banner, la que en 2012 hizo pública su homosexualidad y la que, desde entonces, es una de las banderas LGTBI en EE. UU.
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