mercredi 9 janvier 2019

“¡Vinicius es un crack!”

El Madrid osciló como la piedra colgante en la cornisa. Como en todos los partidos que disputa esta temporada, el equipo se movió entre el desplome y la resistencia. Durante media hora se desplazó hacia el abismo. No creaba ocasiones. En el minuto 43 Álvaro Odriozola pisó el área desde el lateral bajo la marca de Gerard Gumbau y se desplomó sobre la hierba. El contacto fue evidente. El penalti no. El VAR no intervino. El público clamó por la pena máxima. La hinchada venía reclamando faltas y penaltis desde el 0-2 ante la Real y el clima en Chamartín se volvía intempestivo. En pleno bullicio, el árbitro, Jesús Gil Manzano, concedió penalti.

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