Pocos días después de hacerse pública la sentencia de la Operación Jimbo, Iván Hierro se arrepintió de haberle ordenado a su abogado que la aceptara y se comprometiera a no recurrirla. Y no se arrepintió tanto de mostrar su conformidad con una condena de seis meses que no suponía ingreso en prisión como, más bien, de haber hablado tanto ante la policía y la fiscal, lo que había conducido a que en la sentencia se identificara a sus clientes, la mayoría atletas de elite.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://bit.ly/2Cb4Mnm
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire