El balonmano español es un mundo de fuertes contrastes. Mientras la Liga Asobal lucha por levantarse del desplome causado por la crisis económica, la selección acumula éxitos y piensa a lo grande. Un año después de proclamarse campeona de Europa, el equipo dirigido por Jordi Ribera reclama de nuevo su cuota de protagonismo en el Mundial que arranca este jueves con el partido entre Alemania y un conjunto unificado de Corea.
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