Cuando las cosas van mal son susceptibles de empeorar. Así le sucede al Valencia que va vendiendo a sus mejores jugadores y, los que quedan, no encuentran equilibrio y efectividad en el terreno de juego. Con Alcácer en la tribuna, mientras última su pase al Barça, el equipo che contó con siete ocasiones de gol claras, dos increíbles de Santi Mina, en un primer acto dominado de principio a fin por los de Ayestarán. Pero espabiló el Eibar en la segunda mitad y le alcanzó para lograr la victoria gracias a una inoportuna mano de Abdennour. El penalti lo transformó de rebote Pedro León después de que Ryan le adivinara su disparo.
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