Los ojos estaban puestos en él. Su nombre, Alberto, su apellido, Contador, revoloteaba por la Vuelta tras su caída en el sprint de Puebla de Sanabria. ¿Dolor, daños, psicología? ¿Cómo reaccionaría Contador tras un percance que según dijo “le dejó dolorido y maltrecho”. Las sensaciones no eran las mejores, dijo este sábado, con gesto serio, pero feliz en la meta de La Camperona.
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