De 180 minutos que se han jugado de Liga el Celta tan sólo ha disputado doce de ellos contra equipos en igualdad numérica, un inesperado empujón para un equipo que tampoco precisa excesivas facilidades para imponerse. Así ganó los dos partidos disputados y en el segundo, ante su gente, hasta se percibió un cierto disfrute. El equipo de Berizzo ha iniciado la competición cuesta abajo. La jornada anterior un futbolista del Levante se marchó expulsado a los cuatro minutos y en ésta uno del Rayo se tuvo que ir a los ocho y además con el balón en el punto de penalti. Casi cualquier decisión arbitral es discutible, pero en ambos casos no parece posible poner muchas tachas, por más que Toño, el meta del Rayo, expresase de manera muy gestual su frustración por la decisión del colegiado. Había derribado a Wass cuando este se encontraba en posición franca para marcar y la historia se repitió a favor del Celta, que a mayores se puso con el marcador a favor al transformar Nolito el penalti.
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