Eurocopa de 1997. La selección femenina alcanza las semifinales de la competición continental y se enfrenta a Italia por un puesto en la lucha por el título. Antes del partido hay una reunión en el hotel. Roser Serra, la portera titular, entra en silencio a la habitación. “Mira, hay una chica más tonta que tú”, soltó en voz alta Ignacio Quereda, el seleccionador, refiriéndose a otra jugadora que había cometido un fallo. La guardameta se fue a su habitación y empezó a hacer las maletas: o Quereda le pedía perdón o abandonaba la concentración. Finalmente, “a su manera”, el técnico se disculpó. No volvió a ser convocada tras una década como internacional.
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