Ningún torneo excita más al Barça ni provoca una mayor comunión que la Champions. La hinchada pita el himno de la organización desde que el club fue multado por la exhibición de estelades en Berlín 2015, los jugadores todavía se despiertan con la pesadilla de Roma 2018 y la directiva evalúa a sus entrenadores en función de los resultados en la Copa de Europa. La meta es llegar a la final del 1 de junio en el Metropolitano y, si es posible, alcanzar el triplete de 2009 y 2015. Los azulgrana, después de ganar la Liga, están a cuatro partidos del éxito, tres europeos y uno de Copa.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://bit.ly/2GTRYoU
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire