“No puede vivir sin competición. Además de su poderío físico, tiene una fuerza mental increíble. A la hora de competir, su cabeza es una máquina”, dice Miguel García, posiblemente una de las personas que mejor conoce al piragüista Saúl Craviotto. Lleva entrenándole más de 15 años y han compartido horas y horas de trabajo desde que Saúl era un júnior. Hoy Craviotto tiene 33 años, cuatro medallas olímpicas (sólo David Cal tiene más entre los deportistas españoles, cinco) y ha descubierto que sin piragua no puede vivir.
source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2MJJB33
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire