"El nuevo animal ya está en casa", publicó el pasado jueves Cristiano Ronaldo en sus redes sociales junto a un vídeo de él al volante del coche más rápido del planeta, un Bugatti Chiron valorado en casi 2,5 millones de euros. Según la revista Forbes, la estrella del Real Madrid es por segundo año consecutivo el deportista mejor pagado del mundo, con unos ingresos de 93 millones de dólares entre su salario y los ingresos publicitarios. Pero estas cifras exuberantes hubiesen asombrado al mismísimo Cristiano si alguien se lo hubiese comentado cuando tenía tan solo siete años y jugaba al fútbol con las botas que heredaba de su hermano.
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