En Girona se impuso el heroísmo de la debilidad. De la supuesta debilidad, puesto que el equipo local se ganó con creces su estruendosa machada ante el campeón de Europa. Por fútbol y entusiasmo, el Girona dio una inopinada estocada a un Madrid que certificó su destiñe. No hay migas del imponente Real que cerró el último curso a lo grande y abrió el actual dejando al Barça sonado en la Supercopa. Este Madrid está gripado. Ahora no le funciona la primera unidad y la segunda columna tampoco tiene el gancho de la última temporada. Y si en las bienaventuranzas es portada Cristiano, en este bajón también debiera serlo: un gol en Liga en las seis jornadas que ha disputado. En Montilivi, poco CR y poco Madrid, salvo Isco, el único hoy resiste la comparación con el imponente equipo del reciente doblete.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2zgP6ju
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire