dimanche 1 octobre 2017

Arde París, pero poco

Arde París, se nos decía hace pocos días desde medios de comunicación de contrastada solvencia. El París futbolístico, se entiende. Más concretamente, el PSG. Todo ocurrió por una falta y un penalti. Recordemos los hechos. Jugaba el equipo que dirige, o al menos lo intenta, Unai Emery contra el Lyon y señaló el árbitro una peligrosa falta al borde del área. Cavani cogió el balón pero su compañero Alves, de profesión futbolista (magnífico), cómico (así, así) y ahora defensor de pleitos pobres, se lo birló para dárselo a su colega y amigo Neymar. Lanzó el brasileño, sin éxito. Instantes después se produjo un penalti. Cavani cogió de nuevo el balón y hacia él, ya sin intermediarios, se dirigió Neymar, que le pidió lanzar la pena máxima, convertida ya en una máxima pena. Cavani le dio calabazas, y fue el uruguayo quien acabó disparando y fallando, para pataleta de Neymar, al que de poco sirvieron las medallas que le condecoran como el jugador más caro de la historia.

Seguir leyendo.



source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2kerGV7

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire