Gorka Villar admitió en una conversación telefónica grabada por la Unidad Central de la Guardia Civil ( UCO) el pasado 6 de julio y recogida en el sumario de la Operación Soule al que ha tenido acceso EL PAÍS que las cuentas de la Federación Española de Fútbol (FEF) del ejercicio 2016 fueron maquilladas para presentar beneficios por dos millones de euros cuando debían arrojar un saldo negativo de seis o siete millones de euros. El diálogo del hijo de Ángel María Villar en el que reconoce las irregularidades contables que pretendían presentarse ante la asamblea federativa del 20 de julio se produjo con Kepa Larumbe, director de los servicios jurídicos de la FEF. Este último, pese a su cargo, desconocía las maniobras por lo que se desprende de la conversación.
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