La inauguración de L’Alquería del Basket en Valencia, la nueva ciudad deportiva del campeón de Liga para su cantera, tuvo tanto poder de convocatoria entre los estamentos de la canasta que acabó por convertirse en una auténtica cumbre internacional. En pleno conflicto entre FIBA y Euroliga por la configuración definitiva del calendario de competiciones, el desfile de autoridades invitadas al evento motivó una sucesión de corrillos entre los que sobresalió un cara a cara esperado por todos los actores implicados. Patrick Baumann y Jordi Bertomeu, presidentes de FIBA y Euroliga, pasaron casi por imperativo físico, de la guerra fría, el baile de propuestas y el cruce de comunicados al diálogo directo en una mañana clave para el futuro del baloncesto europeo y mundial.
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