El inicio fue frenético y el final agitado, propio de un partido colérico en el que se cocinaron cuatro goles en ocho minutos, un tiempo frenético antes del primer cuarto de hora en el que se alternaron Celta y Girona el mandato en el tanteador. El epílogo vio dos tantos más para sellar tablas y mostrar a ambos contendientes tal y como son en lo bueno y en lo malo.
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