Ganó Greipel, un alemán, el sprint final en unos Campos Elíseos blindados, con policías armados de fusiles de asalto entre los aficionados y los grandes camiones que transportan la estructura móvil del Tour por toda Francia cerrando las calles que desembocan en la gran avenida de París. Tras el God Save the Queen, escuchado en el podio flanqueado por el nuevo francés Bardet y el habitual Nairo, por tercera vez a su lado, ahora tercero, Froome agarró el micrófoco y, en francés, se acordó de las víctimas de Niza, a cuyo lado el Tour es secundario, y terminó, con gran sentido del valor del momento, con un emocionado Vive la France.
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