La noticia surgió al final de la tanda matinal de entrenamientos: Mercedes tiene un problema. Fue una avería en la transmisión, que dejó a Lewis Hamilton en el arcén, en la salida de la línea del pit lane. Sin embargo, no fue nada serio. La prueba más evidente de ello fue que por la tarde todo estuvo a punto para que Nico Rosberg tomara el relevo a su compañero y pudiera dar 68 vueltas más para completar las 1.290 que el equipo ha realizado en los ocho días de test en el circuito de Barcelona.
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