Surrealista la situación vivida en el Ramón Sánchez Pizjuán. Primero compareció Unai Emery, entrenador del Sevilla, ante la tardanza en comparecer de Nuno, que ya había dejado de ser entrenador del Valencia. El técnico portugués apareció en la sala de prensa del estadio sevillista acompañado de Peter Lim, el dueño del club, que se sentó junto a los periodistas, y el jefe de prensa del club. Nuno, triste y abatido, no dejó claro si ha dimitido o lo han echado del banquillo. “Es un día muy triste para mí. Antes del partido hemos hablado con la propiedad y hemos tomado la mejor decisión para el Valencia. La situación no es buena y aunque estoy muy implicado en este proyecto debo decir que ha sido un orgullo para mí ser entrenador del Valencia”, indicó Nuno, quien no aclaró si se marcha o lo echan del banquillo. “Repito, he hablado con la propiedad antes y después del partido y hemos tomado la mejor decisión para el Valencia, que debe volver a ser de los mejores equipos de Europa. Agradezco a los jugadores, que no sabían nada antes del partido, su enorme implicación y su esfuerzo. Ha sido un orgullo para mí haber entrenado al Valencia. En este campo empezó mi andadura y aquí termina”, dijo Nuno, quien recordó que el Valencia está vivo en todos los frentes que compite y que el año pasado logró 77 puntos, la mejor puntuación de toda su historia.
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